El bruxismo es el acto de apretar o rechinar los dientes de manera inconsciente, y se puede producir por la noche durante el periodo de descanso, o durante el día.
Se considera una parafunción puesto que no tiene ninguna finalidad, es una acto que desarrollamos fruto del estrés o problemas de mala oclusión.
Va a tener efectos adversos tanto a la dentadura del paciente, como problemas de desgastes o problemas de hipersensibilidad dental. Problemas de la articulación como artrosis común o problemas meniscales. En ocasiones va a generar en el paciente una situación de dolor orofacial, craneal o cervical; del mismo modo problemas en el descanso y falta de sueño reparador.
Es una patología MULTIFACTORIAL, en primer lugar hay un componente de estrés psicológico, asociado normalmente a un componente laboral o familiar, que desencadena una situación de apriete dentario.
Pero también hay un componente oclusal, es decir, una alteración en la relación de los dientes de arriba con los de abajo, problemas de mala oclusión, roturas de dientes, interferencia oclusal, alteraciones en el crecimiento de los maxilares superiores con la mandíbula.
De igual modo vamos a darle una gran importancia al componente postural, siendo un factor importante, tales como alteraciones de la posición de la cabeza con respecto a las cervicales, y alteraciones de la mandíbula con respecto a la posición de la cabeza y cuello.
La VALORACIÓN de todos estos factores resultan esenciales para realizar un desarrollo del tratamiento adecuado y efectivo.
Dentro de nuestra valoración manual, tendremos en cuenta diferentes factores:
- Posición de la cabeza en relación con sus cervicales.
- Posición de la cabeza en relación con el resto del cuerpo.
- Posibles desequilibrios musculares, musculatura hioidea y masticatoria.
- Valoración muscular cervical y suboccipital.
- Valoración muscular masticadora.
- Valoración del desarrollo del macizo facial.